Cuando las horas extras trabajadas son frecuentes es señal de que algo no anda bien. Sin importar que sean muchos los argumentos reales que las justifiquen, las horas extras son un peligro no solo por la obvia razón de que acaban volviéndose en contra al generar estrés laboral, propiciar errores y mermar la capacidad de hacer un buen trabajo, sino también porque pueden estar encubriendo problemas de otra naturaleza que se pueden solucionar con el coaching.